Ophelia is drowning (2011), de Ashley Leazer.
La reescritura y la recreación de una nueva Ofelia, como han demostrado los recientes estudios culturales sobre intertextualidad y discursos comparados, no puede partir de la nada, sino que ha de iniciarse en los modelos tradicionales desde una mirada crítica que no siga perpetuando los estereotipos de fragilidad, reificación y alteridad. Ofelia debe dejar ya de ser el objeto victimizado de lo femenino y convertirse en un auténtico y poliédrico símbolo en el contexto de la diversidad cultural y la coeducación. Tenemos que apropiarnos de Ofelia con el fin de darle otra voz, otra imagen, otros significados. Para conseguir este propósito, recurriremos al concepto de APROPIACIÓN propuesto por Fernando de Toro:
"inscripción de estructuras, temas, personajes, materiales, procedimientos retóricos del pasado en el tejido mismo de un nuevo texto, y empleados en una doble codificación articulada en pasado/presente"
Se trata de un procedimiento más conocido como INTERTEXTUALIDAD, que cumple una triple función estética, crítico-reflexiva y des-doxificación sobre las representaciones artísticas y culturales. En el caso de Ofelia, el intertexto referente serían Shakespeare, las representaciones pictóricas de fin de siglo y la mitificación de los poetas contemporáneos. Para apropiarnos del arquetipo ofeliano, entonces, hay que orbitar alrededor de los tres paradigmas estereotipados de su figura (la virginidad, la locura y el suicidio) contradiciéndolos, invirtiéndolos o subvertiéndolos, además de añadir otros nuevos. Así, por ejemplo, ocurre en Rostros en el agua (1961) de Janet Frame, Marta & María (1976) de María Victoria Atencia, Máquina Hamlet (1979) de Heiner Müller y Ofelia o la madre muerta (1994) de Marco Antonio de la Parra.
La nueva Ofelia, según estos autores, puede esgrimir su virginidad como protesta ante la corrupción que la rodea; su locura es sustituida por la anorexia, entendida como una obsesión por la pureza, que la conduce a un paulatino suicidio; es convertida en símbolo de la búsqueda de los orígenes y de la propia identidad (la inmersión en las aguas del yo); puede ser sexualizada como imagen de la madre naturaleza, desnudándose así del viejo tabú de la virginidad y constituyéndose como modelo mítico de la reunión de contrarios en la Madre/Diosa Terrible, origen de la vida y destino tras la muerte; la demencia como único discurso posible en un mundo completamente alógico y la palabra ofeliana como palabra de la verdad.
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EXPERIMENTA*CREA
Aprópiate de Ofelia. Crea tu propia Ofelia. Adapta Ofelia a tus inquietudes e intereses.
Puedes hacerlo mediante la escritura, la pintura, la fotografía o el vídeo.
Reasígnale nuevos significados sirviéndote a la vez de los valores tradicionales del arquetipo, aplicando todo lo aprendido hasta ahora.
La nueva Ofelia, según estos autores, puede esgrimir su virginidad como protesta ante la corrupción que la rodea; su locura es sustituida por la anorexia, entendida como una obsesión por la pureza, que la conduce a un paulatino suicidio; es convertida en símbolo de la búsqueda de los orígenes y de la propia identidad (la inmersión en las aguas del yo); puede ser sexualizada como imagen de la madre naturaleza, desnudándose así del viejo tabú de la virginidad y constituyéndose como modelo mítico de la reunión de contrarios en la Madre/Diosa Terrible, origen de la vida y destino tras la muerte; la demencia como único discurso posible en un mundo completamente alógico y la palabra ofeliana como palabra de la verdad.
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EXPERIMENTA*CREA
Aprópiate de Ofelia. Crea tu propia Ofelia. Adapta Ofelia a tus inquietudes e intereses.
Puedes hacerlo mediante la escritura, la pintura, la fotografía o el vídeo.
Reasígnale nuevos significados sirviéndote a la vez de los valores tradicionales del arquetipo, aplicando todo lo aprendido hasta ahora.