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Lucien Levy-Dhurmer, Ophelia (1900)

Ofelia entre las flores es un microproyecto del Plan de Patrimonio Cultural en Educación del IES Miguel Fernández (Melilla) que pretende aunar bajo el arquetipo de Ofelia un tratamiento interdisciplinar del patrimonio pictórico, literario, documental y visual desde un enfoque de igualdad de género, de diversidad cultural, de uso de las nuevas tecnologías y de aprovechamiento de espacios considerados emblemáticos del Patrimonio Cultural Melillense. Precisamente, el objetivo de este microproyecto reside en convertir tales espacios monumentales y patrimoniales de Melilla en cobijo para los contenidos reunidos en Ofelia entre las flores y en plataforma cultural para los distintos miembros de la comunidad educativa, a la vez que construir un museo virtual en el aula a través del uso de las nuevas tecnologías.
Mediante la creación de una GalleryBlog, pretendemos acercar el patrimonio cultural a nuestro alumnado y, por extensión, a toda la comunidad educativa, de una forma amena, lúdica, instructiva y formativa. Asimismo, se cumplen varias finalidades al mismo tiempo: el aprendizaje del uso de las nuevas tecnologías aplicadas a los ámbitos del saber, del saber-hacer y del saber-ser y convivir, mediante el patrimonio ofrecido por la cultura y la ciencia; la potenciación de la primera lengua extranjera (inglés) en estrecha relación con la literatura, la pintura, el cine y los nuevos recursos informáticos; familiarización con nuevas herramientas de aprendizaje, ampliación y difusión de los conocimientos culturales (e-books, podcasts, vídeo-books, galerías virtuales, documentales audio-visuales, etc.); retroalimentación en una doble vertiente, pues, por un lado, se produce entre el espacio físico (la ciudad, el centro, el aula) y el espacio virtual (la GalleryBlog), y, por otro, entre todos los usuarios potenciales de dicha GalleryBlog.
JUSTIFICACIÓN DE LA PROPUESTA Full View



Ophelia (1910), de John William Waterhouse


OBJETIVOS GENERALES DEL PROYECTO
Y SU RELACIÓN CON EL CURRÍCULUM
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Ciencias Sociales, Geografía e Historia
*Comprender los elementos que caracterizan las manifestaciones artísticas en su realidad social y cultural analizando de forma crítica los contextos en que se encuentran un texto o una imagen.
*Valorar, respetar y apreciar el patrimonio cultural, artístico y cultural como recurso para el enriquecimiento individual y colectivo.

Educación Plástica y Visual
*Observar e interpretar imágenes y vídeos, a través de los elementos visuales, conceptuales y relacionales, diferenciando los distintos estilos, tendencias y artistas, estableciendo similitudes y diferencias, y entendiéndolas como parte del patrimonio europeo y universal.
*Conocer y apreciar la importancia de los diversos artistas y su aportación a la perpetuación y revalorización de arquetipos literarios a través de medios de expresión como la pintura y el cine.

Lengua Castellana y Literatura y Literatura Universal
*Leer, interpretar y valorar los distintos textos entendidos como parte del patrimonio cultural europeo y universal fomentando así el hábito lector de forma dinámica.
*Conocer los diversos medios de creación simbólica en la construcción de un arquetipo y su eficacia comunicativa, a la vez que sus relaciones con otras disciplinas artísticas como la pintura, el cine, la música y la fotografía.

Música
*Conocer, apreciar e interpretar las manifestaciones musicales que guardan relación con otras formas de expresión artística y su contribución al patrimonio cultural a través de un arquetipo.

Filosofía
*Comprender el valor antropológico del símbolo y del arquetipo como explicación de la Humanidad, así como su implicación en los procesos cognitivos.

Educación Física
*Apreciar y comprender el patrimonio cultural a través de manifestaciones culturales de la motricidad humana como la danza y el teatro.

Lengua Extranjera I (Inglés)
*Conocer y apreciar textos en su lengua original y establecer semejanzas y diferencias con nuestra lengua castellana.
*Valorar el bilingüismo como vínculo entre civilizaciones y culturas de distinto idioma.

COMPETENCIAS BÁSICAS EN LAS QUE INCIDE EL PROYECTO
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Competencia en comunicación lingüística
Tratamiento de la información y competencia digital
Competencia social y ciudadana
Competencia cultural y artística
Competencia para aprender a aprender

CONTENIDOS~ITINERARIOS
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Los siguientes contenidos se corresponden con los itinerarios de la GalleryBlog y se encuentran secuenciados según nivel de conocimiento y grado de ampliación. Así, comenzamos con "Ofelia, la trágica doncella", donde nos remontamos al origen del personaje creado por Shakespeare. Aquí ofrecemos una serie de materiales y actividades para que el alumnado conozca quién era Shakespeare, sus obras dramáticas y líricas para terminar accediendo a algunos personajes femeninos de este autor y, finalmente, a Ofelia. Los siguientes contenidos-itinerarios van profundizando progresivamente en la caracterización del arquetipo ofeliano (virginidad y amor, locura y muerte), mientras se analizan distintas representaciones pictóricas; a continuación, se explora en la difusión del arquetipo en el cine, en la fotografía y en otras artes visuales contemporáneas. Para ir perfeccionando el conocimiento de la importancia de la figura de Ofelia en la cultura, se incluyen una antología poética sobre Ofelia de escritores de diversas nacionalidades y un diccionario simbólico ofeliano. De este modo, al alumnado y al resto de la comunidad educativa no le resultará ya complejo advertir los rasgos propios del arquetipo. Como contenido y actividad de cierre, se propone establecer paralelismos entre el mito ofeliano, cinco escritoras suicidas y el film de culto de Sofía Coppola sobre cinco adolescentes suicidas.

OFELIA, LA TRÁGICA DONCELLA
Explora los orígenes del mito ofeliano a partir de las representaciones pictóricas de fin de siglo, en especial, de los pintores prerrafaelistas y simbolistas. Las láminas están disponibles en formato e-book.

OFELIA, LA VIRGINAL ENAMORADA
Junto a los dos siguientes, este itinerario profundiza en uno los paradigmas que construyeron el arquetipo ofeliano, la sexualidad como objeto de control y la virginidad como estereotipo de inserción en la alteridad.

OFELIA, LOCURA ENTRE LAS FLORES
La locura, la demencia y la irracionalidad colocan a Ofelia en una situación doblemente alienante, aunque paradójicamente le permite su primer acto volitivo.

OFELIA, EN BRAZOS DE LA MUERTE
El suicidio constituye el tercer elemento de exclusión de Ofelia de las estructuras sociales, económicas y religiosas. Sin embargo, morir es decisión propia, voluntad de una mujer rota por quienes la rodean.

OFELIA EN EL CINE
Ofelia también forma parte del patrimonio documental y visual, que es nutrido por el patrimonio pictórico y literario. Este itinerario cuenta a su vez con un e-book de las mujeres que interpretaron a Ofelia en teatro, ópera y cine.

OFELIA SIGLO XXI
Ofelia no sólo obsesionó a los artistas de finales del XIX, sino que el arquetipo es revisitado y transformado a través de diferentes medios como la fotografía, la publicidad, la moda y las redes sociales. También en e-book.

OFELIA, MÁS ALLÁ DE LA IMAGEN
Asimismo, las nuevas expresiones estéticas (cortometrajes, performances, animaciones) que combinan lo visual y lo musical, la danza, lo simbólico y lo digital, están dando cabida a nuevas fórmulas para interpretar y recrear a Ofelia, más allá de la imagen estática.

PALABRAS PARA OFELIA
Antología lírica que parte de los poetas finiseculares para acercarnos a nuevos tratamientos del arquetipo ofeliano. Proponemos una clasificación confrontada de la mirada masculina y la mirada femenina y una zona neutra con la interpretación arquetípica y simbólica de Ofelia.

EL LENGUAJE DE LAS FLORES
Continuamos con la influencia de la semiótica y del lenguaje simbólico en la construcción de la figura de Ofelia tanto en la pintura como en la literatura. Símbolos y alegorías vegetales, cromáticos y acuáticos que vertebran el arquetipo.

DESMONTANDO A OFELIA
Consiste en la propuesta más arriesgada pero también más comprometida. La apropiación de un arquetipo confeccionado desde la mirada masculina para contradecirlo, invertirlo o subvertirlo y así poder hacerlo nuestro.

TRAS LOS PASOS DE OFELIA
¿Es posible que Ofelia se levante del lienzo o de los versos y cruce el umbral de la realidad? La respuesta tal vez nos la ofrezcan cinco escritoras suicidas.


METODOLOGÍA Y ORIENTACIONES DIDÁCTICAS
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A través de la GalleryBlog, todos los miembros de la comunidad educativa pueden explorar y profundizar en determinados elementos del patrimonio cultural desde una perspectiva de género, una cultura digital y una pedagogía museística. No se pretende imponer ninguna línea metodológica estricta, ya que el microproyecto se puede ajustar a diferentes niveles de Secundaria y Bachillerato (etapa obligatoria y postobligatoria), así como a distintos intereses e inquietudes de los usuarios. La idea básica es apreciar y valorar el patrimonio cultural como recurso para trabajar la coeducación, las nuevas tecnologías y el conocimiento del patrimonio cultural combinando medios tradicionales y medios innovadores de difusión del arte y de la literatura.

Para llevar a cabo estas actividades se requiere una metodología activa, participativa, lúdica, integradora, global, interactiva y coherente con los principios básicos del proyecto.
Enfoque comunicativo: utilizar la lengua castellana, principalmente, y la primera lengua extranjera (inglés) mediante la lectura, la recitación, la escritura y las reflexiones orales (debates).
Enfoque integrador: dosificar los contenidos en función de las características del alumnado, sus intereses, inquietudes y preferencias, atendiendo a la aplicabilidad de los mismos a su vida cotidiana.
Enfoque heterogéneo: lograr una multiplicidad de contenidos con el fin de adquirir y desarrollar distintas competencias y destrezas.
Enfoque motivador: crear un adecuado clima afectivo en el aula, primando el respeto entre los miembros de la comunidad educativa y favoreciendo la propuesta conjunta de actividades y sugerencias.
En cuanto a los tiempos y espacios, hemos de ser flexibles. Las horas de tutoría son idóneas para trabajar los contenidos de la GalleryBlog, pero también pueden los docentes centrarse exclusivamente en aquellos contenidos que tengan relación directa con su materia (sobre todo, los ámbitos reseñados más arriba) para trabajarlos en sus horas de clase. Además, algunas actividades pueden realizarlas los alumnos en el entorno familiar, valorándolas así como acciones de ocio y no tanto obligatorias. Los espacios serán heterogéneos: el aula, el salón de actos, la biblioteca, el hogar, el entorno urbano, etc.



ACTIVIDADES
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Cada itinerario (los posts de la GalleryBlog) recoge un catálogo heterogéneo de actividades y recursos para que el docente, el alumnado y los padres (en el aula, en la biblioteca escolar, en el hogar o en cualquier lugar con dispositivos móviles) puedan realizarlas todas o elegir aquellas que más se adecúen a sus intereses y expectativas. Las actividades son formuladas del siguiente modo: LEE, OBSERVA, ESCUCHA, INVESTIGA, REFLEXIONA, CREA...
Una propuesta fundamental consiste en el diseño y montaje de una exposición (gracias a los e-books creados en Issuu), que puede llevarse a cabo en los espacios del centro educativo o en los espacios emblemáticos de la ciudad. El análisis de los cuadros y las fotografías, de artistas tan diversos, se acompaña de la visualización de la película de L. Olivier y la de Sofía Coppola, así como de los vídeos experimentales y los podcasts sobre Ofelia creados y compartidos en diversas redes sociales (Vimeo, Youtube, Ivoox). Asimismo, el listado de símbolos del mito y la antología poética permiten ahondar en los significados atribuidos a Ofelia tanto en sus manifestaciones plásticas como literarias. Así pues, un recital poético sería una actividad idónea que daría paso a la escritura de textos propios y a la confección de nuevas imágenes (fotografía, collage, ilustración, cortometraje) en que se cumpliría la labor de apropiación del arquetipo mientras se desarrolla la creatividad. El alumnado, guiado por el profesorado o por sus padres, puede construir sus Ofelias con nuevos significados, otorgándole de esta manera al mito un horizonte distinto y renovado.
RECURSOS Y MEDIOS DE EVALUACIÓN
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Como se ha indicado anteriormente, cada itinerario consta de un amplio catálogo de recursos (aunque también se encuentran ordenados en el footer o pie de página). Así, la comunidad educativa interesada en utilizarlos se encontrará con: e-books (de creación propia, en Issuu); podcasts (en Ivoox); vídeos y vídeo-books (en Vimeo y Youtube); libros y archivos (documentos en pdf y en línea); enlaces a otras redes sociales (Facebook, Twitter) y páginas web de interés; galerías virtuales, etc.
Asimismo, necesitaremos los DVDs de las películas de L. Olivier y S. Coppola.
Haremos uso de dispositivos móviles (tabletas, smartphones), pizarras digitales, proyectores y ordenadores/portátiles/miniPCs.
A la hora de evaluar, nos serviremos de los trabajos propuestos en algunas de las actividades de cada itinerario. Se valorará la claridad, la originalidad, la variedad y grado de dificultad, la actitud crítica y la creatividad, el buen uso de las nuevas tecnologías, aplicación de las técnicas adquiridas en el aula, el interés y la participación, el acopio de materiales para desarrollar los trabajos, etc. De igual modo, el alumnado, el profesorado y los padres evaluarán la actividad. Para ello, la posibilidad de ir incorporando comentarios a los posts no solo sirve como guía y orientación evaluadora para el creador de la GalleryBlog, sino que es la base para crear una comunidad virtual en alguna de las redes sociales citadas (por ejemplo, una página en Facebook).
GUÍA DIDÁCTICA Full View



Constant Montald, Ophelia (1893)

Un blog consiste en un sitio web para compartir experiencias, gustos e ideas, en el que periódicamente (o no) se recopilan imágenes, textos, vídeos y todo tipo de archivos, ordenados cronológica o temáticamente. Se estructura en una cabecera o head, el cuerpo (donde se ubican las entradas), una sidebar (lateral o final) y un footer o pie de página. Además de las entradas, el blog puede enriquecerse con páginas nuevas que se mostrarán bajo la cabecera, en el lateral o en el pie (lo que conocemos como menú). Una GalleryBlog, sencillamente, es un fotoblog, esto es, un espacio web que da primacía a la imagen.
En este caso, Ofelia {entre las flores} se compone de una serie de posts dispuestos por temáticas como si de una pinacoteca o un museo se tratase. Para acceder al contenido de las entradas o posts, ha de colocarse el cursor encima de la imagen, de manera que automáticamente se mostrará el título del mismo y la pestaña Full View. Clickamos sobre dicha pestaña y de forma inmediata accederemos a todo el contenido.
Para incluir en el post elementos como vídeos y e-books, o podcasts y otros enlaces, nos servimos del lenguaje HTML para insertar o embeber los elementos (que se ven directamente en la entrada) o crear hipervínculos. En este último caso, el usuario tan solo ha de clickar sobre él para acceder a los mismos. Para una mejor consulta de los e-books y de los vídeos se requiere el programa Flash.
Aunque los contenidos-posts están ordenados por etiquetas y las actividades y recursos están ubicados en cada itinerario, no obstante, para facilitar el acceso, han sido también incorporados y ordenados en las barras del footer.
MANUAL DE USO Full View


Virginia Woolf y el río Ouse


La señora Dalloway decidió que ella misma compraría las flores” En una fría mañana de primavera, el 28 de marzo de 1941, Virginia Woolf cogió su bastón para dar su último paseo. La criada vio cómo la escritora se dirigía hacia el jardín. Caminó hacia el bello río Ouse, clavó el bastón en la orilla, llenó los bolsillos de su abrigo con piedras y hundió su cansado cuerpo en el agua. Sintió que había vivido demasiado, probablemente cinco siglos nada menos, como hombre y como mujer, a través de su Orlando. Dos semanas después, unos niños la encontraron, inerte, flotando en el río. Leonard, su esposo, había estado buscándola con desesperación, pero sólo había encontrado el báculo abandonado. El cadáver fue incinerado y Leonard enterró las cenizas bajo uno de los dos olmos del jardín, árboles que ambos habían bautizado tiempo atrás con sus respectivos nombres. Más tarde, el olmo de la escritora fue derrumbado por una tormenta; las cenizas fueron trasladadas, esta vez, acompañadas por el busto que Stephen Tomlin había realizado de Virginia y por unos versos que cerraban su magnífica novela Las olas: “¡Contra ti me lanzaré, entero e invicto, oh Muerte!” Antes de asumir la piel de Ofelia, Virginia le había escrito una última carta a su esposo Leonard donde confesó su impotencia para sobrevivir a su enfermedad: “No voy a recuperarme en esta ocasión […] Ni siquiera puedo escribir correctamente. No puedo leer […] No creo que dos personas pudieran haber sido más felices de lo que nosotros hemos sido.”

Jamás nadie hubiera podido imaginar que tras la imagen de madre y esposa perfecta de Sylvia Plath se escondía una poeta de gran talento, convertida después en mito. Tenía apenas 31 años cuando se divorció de su infiel y competitivo esposo Ted, también escritor. Durante semanas, los poemas brotaban compulsivamente de su insomnio y  de su tristeza, escribiendo desde las tres de la madrugada hasta las ocho. Sylvia ha quedado sumergida, como Ofelia, en una indiferencia depresiva. Sylvia ya está herida de muerte. El 11 de febrero de 1963 llevó a sus dos hijos leche y pan; se encerró en su cocina, selló puertas y ventanas, tomó unos cuantos barbitúricos, abrió la llave del gas y dejó reposar su cabeza en el interior del horno. Dejó una obra llena de rabia en la que proyectaba su profunda soledad y la frustración que le provocaba tener que escribir en una sociedad alienante. Descubrió demasiado pronto que sus roles de amante, esposa, madre y artista no eran más que papeles fragmentados de un tétrico teatro, en ocasiones sin público o sin telón. Para Sylvia quedaba claro que “morir [era también] un arte.”

Siempre se sintió una perenne extranjera. Nacida en Buenos Aires, pero hija de emigrantes rusos, Alejandra Pizarnik siempre se sintió extranjera de sí misma. “La poesía es un aullido que hicieron –que hacen- los seres en la noche.” Hermosa y pequeña, había conocido en París a Simone de Beauvoir, a Marguerite Duras, a Julio Cortázar, quien una vez le escribió: “No te quiero así, yo te quiero viva”. Se sumergía, como huérfana ofeliana, en la escritura de sus diarios, posiblemente para conquistar las aguas profundas de su propia conciencia. Alejandra había nacido demasiadas veces; Alejandra se había fragmentado en sus versos en exceso. Pizarnik fue Buma para sus padres, fue Blímele en la escuela, fue Flora en el libro no reconocido y fue Sasha a través de sus versos. Demasiados nombres para Alejandra. Pero para ella no había duda: “Estamos heridos […] Soy –somos- carencia.” El 25 de septiembre de 1972, mientras intentaba disfrutar de un fin de semana fuera de la clínica psiquiátrica en la que había sido internada, Alejandra, una y múltiple, sucumbió a la muerte tomando una alta dosis de seconal. Y así, se convirtió en su propio Árbol de Diana.

Alfonsina Storni escribió su último soneto, una canción de cuna, titulada “Voy a dormir”, antes de entregarse a las aguas de la playa de La Perla el 25 de octubre de 1938. El cáncer ya la había arrinconado tiempo atrás y la brillante poeta nunca dejó de sentirse mutilada, incompleta, vacía. Junto a Delmira Agustini y Gabriela Mistral, representó el lado más combativo de la poesía escrita por mujeres en la primera mitad del siglo XX. A Delmira la asesinó su ex marido, de quien se había divorciado “huyendo de tanta vulgaridad”; Gabriela, pese al premio Nobel, tuvo que sufrir, primero, el suicidio del hombre al que amó y, después, el suicidio del sobrino al que adoptó. Alfonsina Storni fue la voz. Su mundo poético, el de la maestra, la poeta, la mujer, revela y manifiesta el inconformismo, la rebeldía, la insubordinación, la persistencia, como única actitud posible ante una equidad intelectual ya necesaria. Sin embargo, al final, el cansancio vital y la enfermedad la asediaron. Y la voz se quebró, ahogada como una Ofelia más.

El 4 de octubre de 1974, una tranquila ama de casa se despide de una amiga con la que ha estado almorzando, entra en su garaje, arranca su coche con un silencio sepulcral y se deja anegar por un espeso mar de monóxido de carbono. Veinte años atrás, tras el nacimiento de su hija, a la norteamericana Anne Sexton le sobrevino una profunda depresión y su médico le recetó la escritura curativa. Nadie pudo suponer el riesgo que ello suponía. La anodina ama de casa comenzó así a interpretar el mundo como sólo saben hacerlo los poetas. Se reconoció en sus versos como la buscadora perenne de la aprobación masculina; se reconoció como la mujer seducida por la muerte; reconoció que su identidad de mujer estaba culturalmente impuesta y reconoció la batalla que en su cuerpo se libraba entre el arquetipo y la individualidad. Todo el mundo recuerda a Anne Sexton como la poeta de la menstruación, el aborto, la masturbación, las drogas, la destrucción. Pero pocos reparan en que una nimia ama de casa ganó el Premio Pulitzer por su tremendo poemario Vive o muere o que a ella debemos las Transformaciones de los clásicos cuentos de hadas dándonos por fin un lugar en ellos.

¿Imposibilidad de elegir su propio destino o, por el contrario, pleno ejercicio de su voluntad? ¿Se trata de sacrificio o de victimización? No se equivoquen: ninguna de estas cinco historias tratan sobre suicidio, sino sobre escritura. Una reescritura vital sobre Ofelia. Escribir, para estas mujeres, era, es, un arrebato entre la palabra y el silencio, un peligroso instante de cordura, una tarea de Sísifos sin roca, un habitar en el desfiladero. Un escribir para no morir.
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LEE*INVESTIGA*PROFUNDIZA

Busca información sobre las escritoras citadas en este post y reflexiona sobre la muerte de ellas. Puedes servirte de los siguientes materiales:

Suicidas: Virginia Woolf

Poesía y suicidio: el fenómeno Sylvia Plath

Escenografías suicidas de Alejandra Pizarnik

El personaje poético de Alfonsina Storni

Anne Sexton: la voz poética de una suicida

La vida de algunas de ellas han sido llevadas al cine o han servido de inspiración para otras historias de suicidas. Es el caso de Las horas (2002), de Stephen Daldry; Sylvia (2003), de Christine Jeffs y Las vírgenes suicidas (1999) de Sofía Coppola, por citar solo algunos ejemplos. Os dejamos con una serie de VÍDEOS para completar la investigación sobre estas escritoras y su vinculación con Ofelia.

Las horas, escena final y carta de suicidio a Leonard






Vértigos o contemplación de algo que cae (1993),
documental de Vanesa Ragone sobre la poesía de Alejandra Pizarnik





Alfonsina Storni, breve documental de Canal Encuentro




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CONCLUYENDO

Una vez que hemos recorrido todos los itinerarios de Ofelia {entre las flores}, podemos concluir las actividades con una propuesta que engloba a todas las demás. Ya hemos hablado de la película Las vírgenes suicidas, de Sofia Coppola. Es necesario verla (apreciarla y disfrutarla) porque constituye un buen ejemplo de apropiación del arquetipo literario, como te comentábamos en DESMONTANDO A OFELIA. Después, establece semejanzas y diferencias con el personaje de Shakespeare y, a su vez, reflexiona acerca de los paralelismos de los suicidios de las hermanas Lisbon con las escritoras vistas más arriba.
Para finalizar, y mediante el siguiente E-BOOK, busca las semejanzas entre determinadas escenas de la película y las diversas representaciones de la mujer desde la perspectiva de los pintores Prerrafaelistas quienes, como ya sabes bien, son quienes inmortalizaron la imagen de Ofelia. El círculo se ha cerrado.

E-BOOK~Ofelia y Las Vírgenes Suicidas

 

TRAS LOS PASOS DE OFELIA Full View


Ophelia is drowning (2011), de Ashley Leazer.

La reescritura y la recreación de una nueva Ofelia, como han demostrado los recientes estudios culturales sobre intertextualidad y discursos comparados, no puede partir de la nada, sino que ha de iniciarse en los modelos tradicionales desde una mirada crítica que no siga perpetuando los estereotipos de fragilidad, reificación y alteridad. Ofelia debe dejar ya de ser el objeto victimizado de lo femenino y convertirse en un auténtico y poliédrico símbolo en el contexto de la diversidad cultural y la coeducación. Tenemos que apropiarnos de Ofelia con el fin de darle otra voz, otra imagen, otros significados. Para conseguir este propósito, recurriremos al concepto de APROPIACIÓN propuesto por Fernando de Toro:

"inscripción de estructuras, temas, personajes, materiales, procedimientos retóricos del pasado en el tejido mismo de un nuevo texto, y empleados en una doble codificación articulada en pasado/presente"

Se trata de un procedimiento más conocido como INTERTEXTUALIDAD, que cumple una triple función estética, crítico-reflexiva y des-doxificación sobre las representaciones artísticas y culturales. En el caso de Ofelia, el intertexto referente serían Shakespeare, las representaciones pictóricas de fin de siglo y la mitificación de los poetas contemporáneos. Para apropiarnos del arquetipo ofeliano, entonces, hay que orbitar alrededor de los tres paradigmas estereotipados de su figura (la virginidad, la locura y el suicidio) contradiciéndolos, invirtiéndolos o subvertiéndolos, además de añadir otros nuevos. Así, por ejemplo, ocurre en Rostros en el agua (1961) de Janet Frame, Marta & María (1976) de María Victoria Atencia, Máquina Hamlet (1979) de Heiner Müller y Ofelia o la madre muerta (1994) de Marco Antonio de la Parra.

La nueva Ofelia, según estos autores, puede esgrimir su virginidad como protesta ante la corrupción que la rodea; su locura es sustituida por la anorexia, entendida como una obsesión por la pureza, que la conduce a un paulatino suicidio; es convertida en símbolo de la búsqueda de los orígenes y de la propia identidad (la inmersión en las aguas del yo); puede ser sexualizada como imagen de la madre naturaleza, desnudándose así del viejo tabú de la virginidad y constituyéndose como modelo mítico de la reunión de contrarios en la Madre/Diosa Terrible, origen de la vida y destino tras la muerte; la demencia como único discurso posible en un mundo completamente alógico y la palabra ofeliana como palabra de la verdad.
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EXPERIMENTA*CREA

Aprópiate de Ofelia. Crea tu propia Ofelia. Adapta Ofelia a tus inquietudes e intereses.
Puedes hacerlo mediante la escritura, la pintura, la fotografía o el vídeo.
Reasígnale nuevos significados sirviéndote a la vez de los valores tradicionales del arquetipo, aplicando todo lo aprendido hasta ahora.
 
DESMONTANDO A OFELIA Full View



Ophelia (1898), de Frances MacDonald

Las representaciones clásicas y modernas de Ofelia, ya sea en plena locura, ya en su muerte acuática, siempre ha estado caracterizada por un fuerte simbolismo, sobre todo, de tipo vegetal. Bajo el título El lenguaje de las flores, ofrecemos un inventario de símbolos y alegorías ofelianos que nos permitirán profundizar en la construcción del arquetipo y los diversos estereotipos femeninos que confluyen en la figura de Ofelia.

AMAPOLAS
Atributo de los dioses griegos Hypnos y Morfeo, desde la Antigüedad la amapola era confundida con la papaver somniferum (opio) procedente de Asia. También Ovidio señala que el reino del Sueño es como un inmenso campo de amapolas cuyo sopor extrae la Noche. Por su rojo intenso, es asociada a la sangre, la muerte y el sacrificio. Flor, por tanto, del sueño y de la muerte, regalada por el propia Hamlet a Ofelia momentos antes de su trágico fin.

VIOLETAS
Están ligadas a la muerte del dios frigio Atis, que enloqueció por culpa de la diosa Agdistis, quien se había enamorado del joven pero fue rechazada por él; Atis, completamente ido, empezó a vagar por los bosques, se cortó varias veces con un puñal y murió desangrado, aunque de su sangre brotaron las violetas. Símbolo de locura y muerte.

MARGARITAS
Originariamente era una flor consagrada a la diosa Freya y pronto se convirtió en un atributo mariano. Comparada con las perlas, participa de los significados de las lágrimas y de la sangre. Representan la inocencia, pero también el dolor por amor. Es un símbolo de los mártires.

ORQUÍDEAS
En griego, orchis significa "testículos"; constituyen, por tanto, un símbolo de sensualidad y fecundidad. Durante mucho tiempo fueron empleadas las orquídeas para crear filtros amorosos y para subsanar algunas enfermedades. En el contexto ofeliano adquiere el significado de posible resurgimiento.

AGUILEÑAS
Su nombre francés, ancholie, revela una relación fonética con el vocablo melancholie, "melancolía". Es una flor con frecuente sentido fúnebre desde el Renacimiento. Además, su nombre remite también a la palabra latina aquilegium, "recipiente de agua", porque la aguileña retiene en sus hojas gotas de agua y de rocío.

SAUCE
Es un árbol vinculado siempre al mundo femenino. En la Odisea, la maga Circe indica que el bosque sagrado de Perséfone, la reina del inframundo, está plagado de elevados y estériles sauces. Símbolo de la infecundidad, del luto, de la muerte y de las lágrimas, porque sus frutos parecen caer antes de madurar.

MARIPOSA
Desde la Antigüedad representa el alma ya que el vocablo griego psiqué significa a la vez "alma" y "mariposa". Se convirtió en emblema de muerte, resurrección y salvación por su capacidad de metamorfosis en la crisálida.

LAGO
Como el estanque y toda simbología acuática, representa lo subterráneo, lo profundo, lo inconsciente. Y siempre, ligado al mundo femenino. Todo manantial, mar, océano o río simboliza la plenitud de todas las cosas, la materia prima de la que se origina la vida, aunque las aguas estancadas remiten a la muerte. El lago, concretamente, simboliza lo escondido, lo misterioso, lo oculto, y sumergirnos en él indica la conexión de lo superficial con lo profundo, y mirar sus aguas (nuestro reflejo) equivale a una actitud contemplativa o introspectiva.

VERDE (COLOR)
Es un color de transición, de la vegetación, de la naturaleza, de Venus, de la fertilidad, pero también de lo húmedo, la luna, la muerte, del estancamiento y la extrema lividez. Ocupa un lugar intermedio entre el rojo y el negro. Por ser el color de la renovación periódica de la naturaleza, representa la esperanza, la resurrección y la inmortalidad, si bien previamente es preciso pasar antes por la extinción.
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PROFUNDIZA*EXPERIMENTA
Regresa a nuestra antología ofeliana PALABRAS PARA OFELIA y rastrea la presencia de estos símbolos en los distintos textos. ¿Qué significados crees que adquieren en cada uno de ellos? ¿Has encontrado símbolos nuevos?
EL LENGUAJE DE LAS FLORES Full View


Ophelia, de Alexandre Cabanel (1883)

El tema ofeliano, desde el estreno de Hamlet (1600), ofrecía la imagen de una mujer frágil, desvalida, pasiva ante los acontecimientos que la circundan y que le provocarán el delirio y su trágico final. Uno de los poemas más hermosos pertenece a Gustavo Adolfo Bécquer, quien en su adolescencia sevillana disfrutó de la lectura de Shakespeare. Como señala José Luis Cano, la tragedia danesa era una de las preferidas del escritor español, por lo que no debe extrañarnos que escribiera la hermosa rima que comienza "Como la brisa que la sangre orea" y cuyo verso final, "cogiendo flores y cantando pasa", tanto debe al canto XXVII del Purgatorio de Dante, y escrita aproximadamente en la misma época en que Millais pintó su Ofelia (1852). La imagen ofeliana había sido muy bien recibida por los románticos (Víctor Hugo) por aunar en sí misma el amor, la belleza, la locura y la muerte, y será ampliada y recreada por simbolistas (Rimbaud) y modernistas (Juan Ramón) hasta hoy. Para la literatura y la pintura finiseculares, Ofelia se ajustaba a la perfección al prototipo femenino que ellos consideraban un ideal, la "mujer conventual", la "dama virginal" -retales de la "dolce far niente"- a la que el hombre debía cuidar y proteger. Sobre Ofelia se proyectaba el imaginario del porteccionismo patriarcal. No obstante, una lectura atenta descubrirá que el tratamiento del tema ofeliano difiere bastante en función del género del artista. Mientras la mirada masculina se recrea en los mismos tópicos de cuando se gestó el mito (fragilidad, belleza en el ocaso, reificación de la mujer y simbolización vegetativa y pasiva), la mirada femenina arroja nuevos des-velos: Ofelia simboliza un estadio intermedio entre Eros y Tánatos, entre espíritu y materia; su extinción es sólo preludio, paso previo a una nueva vida, a una mágica función engendradora y a una superación trascendente, como esas aguas nutricias; su pose yacente encubre la capacidad de meditación, de instrospección, de en-sí-misma-miento, como Ariadna. Este redescubrimiento del mito de Ofelia queda manifiesto en El libro blanco (Frágil) de Delmira Agustini, que oscila entre los polos de la (fingida) fragilidad y la radical autoconciencia, a través de una peculiar estética del silencio. Puede hablarse, entonces, de un "discurso ofélico" en la literatura escrita por mujeres. Bien es cierto que algunos eruditos lograron ver más allá del tópico romántico y exploraron las aristas del arquetipo. Así, Gilbert Durand establecerá una dinámica de "ofelización" o "complejo de Ofelia" en la asociación entre las aguas, las lágrimas, la laguna Estigia o el océano de la noche, mientras Gaston Bachelard expone el paralelismo entre las ondas de las aguas de la ahogada y la cabellera flotante como simbolismo del tiempo.


{LA MIRADA MASCULINA}
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GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

Como la brisa que la sangre  orea
sobre el oscuro campo de batalla,
cargada de perfumes y armonías
en el silencio de la noche vaga,
símbolo del dolor y la ternura,
del bardo inglés en el terrible drama,
la dulce Ofelia, la razón perdida,
cogiendo flores y cantando pasa.


ARTHUR RIMBAUD
OPHÉLIE

I
En la onda calma y negra donde duermen estrellas
la blanca Ofelia flota como un lirio gigante,
flota muy lentamente, tendida en amplios velos...
En los bosques lejanos suenan cuernos de caza.
Hace más de mil años que la afligida Ofelia,
blanco fantasma, pasa sobre el gran río negro.
Hace más de mil años que su dulce locura
murmura su romanza a la brisa nocturna.
Besa el viento sus senos y despliega en corola
largos velos mecidos por indolentes aguas.
Los sauces temblorosos lloran sobre sus hombros;
juncos se inclinan sobre su frente pensativa.
Nenúfares marchitos alrededor suspiran,
y en un dormido aliso ella despierta a veces
un nido del que escapa leve temblor de alas.
-De las estrellas de oro, un canto misterioso cae...

II
¡Oh, tan pálida Ofelia! ¡Tan blanca como la nieve!
Sí, tú moriste, niña, ¡por un río furioso!
-Pues vientos desplomados de los montes noruegos
te hablaron en voz baja de la ardua libertad;
pues un soplo del viento, trenzando tus cabellos,
trajo extraños ruidos a tu alma visionaria;
tu corazón oía la canción de Natura
en la queja del árbol y los suspiros de las noches;
pues la voz de los mares, como estertor enorme,
partió tu tierno seno, tan humano y tan dulce;
pues en el alba de abril, un caballero pálido,
un pobre loco, mudo se arrodilló a tus pies.
¡Cielo! ¡Amor! ¡Libertad! ¡Qué sueño, oh pobre loca!
En él tú te fundías como la nieve al fuego:
las enormes visiones tu palabra estrangulaban:
-¡Y el terrible Infinito turbaba tu ojo azul!...

III
-Y el Poeta refiere que, a la luz de los astros,
buscas tú por la noche las flores que cogiste,
y que ha visto en el agua, tendida entre amplios velos,
cómo, lirio gigante, la blanca Ofelia flotaba...

RÉMY DE GOURMONT
Sobre una rosa blanca

El albo vestido de Ofelia,
la blanca flor inmaculada,
que es como nieve amontonada,
tan sólo es ya melancolía.
Se deshojó la rosa bella
por el agua del búcaro abrazada.
Y su gracia, como una huella
de amor, ahogada agoniza.
¡Pero qué viva en mi memoria!
Reharé los pliegos de su túnica;
quiero que nadie contraríe
el placer que hallo en respirarla.
Como la vi, pura, en las manos
que aquella noche me la dieron,
tal cual la amé, deseo amarla;
tal cual la vi, deseo verla.

RUBÉN DARÍO

Hamlet duda, Hernani hiere;
Cleopatra, lúbrica, incita;
sube al cielo Margarita;
Fausto piensa; Ofelia muere.

MANUEL REINA

La frente, orlada de olorosas flores,
en el pecho mortal melancolía,
y un cielo de candor y de poesía
en sus límpidos ojos soñadores.
La sublime canción de los amores
en sus labios de aromas y ambrosía,
tiene la seductora melodía
de una bella canción de ruiseñores...
Ora lanza un suspiro dulce y leve,
ya grandez carcajadas argentinas,
que de lágrimas guardan un tesoro.
Y si mueve su planta linda y breve,
paréceme escuchar notas divinas,
delicioso rumor de alas de oro.

MIGUEL DE UNAMUNO
Ofelia de Dinamarca

Rosa de nube o de carne,
Ofelia de Dinamarca,
tu mirada sueñe y duerma
es de esfinge la mirada.
En el azul del abismo
de sus niñas -¿es espuma
o poso de vida tu alma?
No te vayas monja, espérame
cantando viejas baladas,
suéñame mientras te sueño,
brízame la hora que falta.
Y si los sueños se esfuman
-"el resto es silencio"- almohada
hazme de tus muslos, virgen
Ofelia de Dinamarca.


ALEXANDER BLOK
Soy Hamlet

Soy Hamlet. Se hiela la sangre
cuando teje sus redes la perfidia,
y en el corazón late el primer amor
hacia la única sobre la Tierra.
A ti, Ofelia mía,
lejos te ha llevado el frío de la vida.
Moriré, como príncipe, en la comarca natal
atravesado por la hoja ponzoñosa.


JUAN RAMÓN JIMÉNEz

...Una trama de oros grises,
un ensueño de hilos blancos,
gnomos, sátiros, Ofelias,
voces vagas, ojos trágicos.
-¿Una mujer blanca, una
mujer? ¿Es Flérida, es Gloria,
es Ofelia?... Nada... Llueve...
los árboles hablan... Sombras...

MAURICIO BACARISSE
Fragilidad

Mi alma tierna y melancólica
se ha enamorado de ti,
Magdalena hecha en mayólica
por Bernardo Palissy.
Serás mi único tesoro
hasta que venga la Intrusa;
eres lo que más adoro
con mi madre y con mi musa.
Como un ópalo en mi dedo
turba mi felicidad
ese inexpresable miedo
a tu gran fragilidad.
Eres un alma perdida
del Infortunio de las fauces;
eres Ofelia subida
a las ramas de los sauces.
Eres de nieve y cristal,
y si te estrecho en mis brazos
la copa del Ideal
ha de quebrarse en pedazos.
Eres un astro de oro
en mi existencia confusa;
eres lo que más adoro
con mi madre y con mi musa.
Por si algún día estoy falto
de tu amor y tu bondad,
vivo en triste sobresalto
por tu gran fragilidad.

XAVIER ABRIL
Ofelia

La primera preocupación estética que sentimos al pronunciar este nombre nos la da la F. La O no indica nada. La L y la I adelgazan en una vaga teoría floral, casi astronómica, difícilmente vegetal, a la mujer que se llama Ofelia en el poema o en la intimidad. En cualquiera de estas dos situaciones, Ofelia es la misma y distinta. En el poema o en el sueño, lejana de la vida, su nombre se concreta en la F musical. La L esbelta es la síntesis de su cuerpo auroral. La o, la e y la a están en relación con su vida consciente. Las vocales responden de su intimidad, de su condición sexual. Ofelia es un nombre que determina una sensación eufónica, amorosa, en espiral. Si algún color sugiere es el de su nombre en la primavera. La temperatura influye en la visión de este color.. En las estaciones violentas su tono es invisible. Ofelia está oculta como el misterio de las flores nonatas. Entonces, Ofelia es una perspectiva, una esperanza de primavera.
¿Qué dice el nombre de Ofelia a los seres de oído y de ojos emocionales? Ofelia es en sí misma un preludio, un florecimiento en la f y en la l. En el cauce abierto entre ambas letras se dilata una suave temperatura de veinte grados con vegetación y alta luna vegetal. Quien quiera vivir en el paraíso de este nombre de mujer, ha de pornunciarlo en los límites de la luz -enla corriente del tiempo- hacia el amor. En esta zona de la gran Música, Ofelia extiende su dominio blanco, geométrico, abstracto. Allí Ofelia extralímitase de palpitaciones en las ignotas curvas de la sangre.
Aún más, para los claros timbres de la Estética: Ofelia se adelgaza en los floreros.
Ésta es la teoría de Ofelia: las flores de sus letras. Su talle o su tallo.


{LA MIRADA FEMENINA}
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DULCE MARÍA LOYNAz

¡Qué honda serenidad
el agua tiene esta noche...!
Ni siquiera brilla:
Tersa,
obscura, aterciopelada,
está a mis pies extendida
como un lecho...
No hay estrellas.
Estoy sola y he sentido
en el rostro la frescura
de los cabellos mojados
de Ofelia...

AURORA DE ALBORNOz

Era de nuevo el río de las aguas azules.
El de siempre.
El que tuvo tan cerca muchas veces.
Sabía su principio
pero no quiso nunca
perderse por sus aguas.
Lo sintió más cercano.
Adivinó sus brazos
azules
como siempre.
Y tocó su principio.
Y lo siguió gustando.
Y sintió poco a poco sobre el cuerpo
pero no tuvo miedo.


MARÍA VICTORIA ATENCIA
Retrato de una joven dormida

Si por la oculta noche retenida
me pudiese llegar a tu lienzo y velarte,
tan cándida y cercana y tan ausente,
acaso
la luz que se derrama en tu pecho y lo alza
alcanzara a decirme si duermes a la vida,
si vives en la muerte, si puedo ser contigo
Ofelia de tu légamo, Desdémona en tu almohada.


ELENA SAINz

El rostro de otro rostro es un reflejo.
¡Qué belleza carnal, qué despilfarro!
Hoy es luz inmortal, mas fue del barro.
El rostro se ha perdido en el espejo.
Dudoso, Hamletiano... tan perplejo...
Ese gusano gris, gris como el barro,
el gusanito vil, ¡qué despilfarro!,
¿también el gusanito es del espejo?
Es contraria a lo obvio, a la voz cruda,
la imagen de perfil´-la más erecta-.
Hamlet no se repone de su duda.
Desprecia de Polonio el circunloquio.
Alza la calavera ya perfecta,
la Ofelia de su mismo soliloquio.

{LA MIRADA ARQUETÍPICA}
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GASTON BACHELARD

El agua, que es la patria de las ninfas vivas, es también la patria de las ninfas muertas. Es la verdadera materia de la muerte muy femenina. Desde la primera escena entre Hamlet y Ofelia, Hamlet -siguiendo en esto la regla de la preparación literaria del suicidio-, como si fuera un augur que presagia el destino, sale de su profunda ensoñación murmurando: "¡Aquí está la bella Ofelia! Ninfa, en tus oraciones acuérdate de todos mis pecados" (Hamlet, acto III, esc. I). A partir de ese momento, Ofelia deberá morir por los pecados de otro, deberá morir en el río, dulcemente, sin escándalo. Su corta vida es ya la vida de una muerta [...] Ofelia podrá ser, pues, para nosotros, el símbolo del suicidio femenino. Es realmente una criatura nacida para morir en el agua, donde encuentra, como dice Shakespeare, "su propio elemento". El agua es el elemento de la muerte joven y bella, de la muerte florecida [...] Es el agua soñada en la vida habitual, es el agua del estanque que se "ofeliza" por sí sola, que se cubre con toda naturalidad de seres durmientes, de seres que se abandonan y que flotan, de seres que mueren dulcemente. Entonces, en la muerte, parece que los ahogados siguen flotando. Arthur Rimbaud ha encontrado esta imagen:

flottaison blême
et ravie, un noyé pensif, parfois descend...
[flotación pálida
y encantada, un pensativo ahogado, baja a veces...]

En vano serán llevados a tierra los restos de Ofelia. De veras es, como dice Mallarmé: "Una Ofelia nunca ahogada... joya intacta bajo el desastre" Se aparecerá por siglos a los soñadores y a los poetas, flotando en su río, con sus flores y su cabellera extendida sobre el agua. Dará motivo a una de las sinécdoques poéticas más claras. Será una cabellera flotante, una cabellera desatada por el agua.
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LEE*PROFUNDIZA*INVESTIGA

Lectura y recitación de los textos.
¿Crees que las interpretaciones masculinas difieren de las femeninas? ¿Qué relación guardan con el texto de Shakespeare?
Busca otros poemas de tema ofeliano para completar nuestra antología.

PALABRAS PARA OFELIA Full View


Ofelia's song II, de Mª Medeiros (2008)


Ofelia, como icono y mito, ha sido constantemente revisitada bien para recrear la belleza y la mágica solemnidad de su muerte con más o menos fidelidad al original, o bien para profundizar en la instrospección femenina. El sumergirse en las aguas deviene en una alegoría de ahondamiento en el yo, de una primera muerte en el abismo de la consciencia para resurgir o volver a nacer. En este sentido, los nuevos medios audiovisuales permiten innovadoras miradas sobre Ofelia combinando imagen, música, danza, moda, psicoanálisis, literatura, estética de videoclip, feminismo y transgénero.
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DISFRUTA*APRECIA*VALORA

Ophelia has a dream, de Miharayasuhiro (2011)



Ophelia Drowns, de Lore Haroutunian (2008)



Ophelia, de Roberto Ramos (2009)



Ophelia among the flowers, de Csongor Dombovari (2011)



Ophelia, de Alyssa Price (2009)



Ophelia, de Helga Maestrini (2009)



Dreaming of Ophelia, de Tim Tate (2010)



OPHelia 2010, de Elya Kaouzou y Pasquua Vorgia (2011)



Ophelia, de Ju Hee Lee (2010)



OPHELIA Rosie Diveen 2011, de Sam Griffith (2011)



Ophelia, de Claudia Hart (2008)



Ophelia doesn't live here anymore, de Richard Grant (2011)


MÁS ALLÁ DE LA IMAGEN Full View


Ofelia, de Gregory Crewdson (2001)

Si el mito de Ofelia resurge en la segunda mitad del siglo XIX de la mano de los prerrafaelistas en el ámbito pictórico, el tema ofeliano se ha convertido, desde los inicios del siglo XXI, en un motivo recurrente para nuevos fotógrafos. El arquetipo es revisitado, transformado, adaptado a las distintas expresiones figurativas y a los diversos medios audiovisuales, rozando incluso el mero esteticismo (Nadav Kander) y el puro divertimento casi infantil (Barbora Balková) o mezclándose con arquetipos cercanos como ondinas, náyades y nereidas (Alix Malka) o con modelos de feminidad lejanos(Kanjo Takê); la moda y la publicidad, los blogs y las redes sociales han dado cabida a la nueva Ofelia, imagen de la soledad y el acabamiento, pero también de la intimidad y la decisión propia. Esta Ofelia, la Ofelia del siglo XXI, es a la vez universal y personalísima, proyección de las nuevas inquietudes de los artistas contemporáneos. Así, podemos encontrarnos con un desplazamiento significativo del contexto: la nueva Ofelia queda sumergida en el privado espacio de la bañera (Sofía Sánchez & Mauro Mongiello) o en la rutina doméstica del hogar (Gregory Crewdson); puede ser una ínsula de belleza en la frialdad organicista urbana (Tom Hunter) o una sugerencia de las múltiples opciones de hundirnos en nuestro propio reflejo (Elena Kalis). Lo que resulta, desde luego, indiscutible es que Ofelia, entre flores o entre edificios o entre azulejos, permanece más viva que nunca.

OBSERVA*EXPERIMENTA

Aquí os dejamos un E-BOOK donde se muestra la incorporación y actualización del mito ofeliano en los ámbitos de la fotografía y la publicidad. Ahora que conocemos más profundamente el personaje, os proponemos la posibilidad de construir vuestra propia Ofelia, adaptada a la actualidad pero manteniendo los elementos primordiales del arquetipo.

E-BOOK~Siglo XXI
 

OFELIA SIGLO XXI Full View


Jean Simmons como Ofelia en Hamlet, de Laurence Olivier (1948)

Junto a Romeo y Julieta, Hamlet es la obra de Shakespeare más veces llevadas a la gran pantalla. La primera versión data de 1900, la dirigió Clement Maurice y la mítica Sarah Bernhardt interpetó el papel del príncipe danés. Hasta una docena de versiones se sucedieron hasta el film de Laurence Olivier, a quien siguieron Tony Richardson (1968), con un jovencísimo Anthony Hopkins, Franco zeffirelli (1990), Kenneth Branagh (1996) y Michael Almereyda (2000) con su Hamlet 2000.
En el contexto de una Europa prácticamente en ruinas tras la II Guerra Mundial, algunos directores como Lean, Cocteau y Laurence Olivier ofrecieron pequeños microcosmos artísticos en contra de la cruda realidad circundante. Con esta premisa apareció el Hamlet de Olivier en 1948, una obra maestra del cine que adaptaba una obra maestra de la dramaturgia, film que escribió, produjo y dirigió actuando a su vez como protagonista. Tomando elementos del expresionismo alemán para los decorados y la iluminación en claroscuro, del realismo poético francés con tal de conseguir un soberbio lirismo y del mejor cine negro norteamericano para conseguir un ambiente angustioso, casi claustrofóbico, Olivier supo así profundizar en el complejo mundo interior de los personajes. El universo pictórico queda también reflejado, con escenarios propios de los lienzos de Hans Holbein y la estética de Ofelia muy victoriana, prerrafaelista, siendo así fiel a los artistas que más la retrataron. Ofelia es el personaje más vinculado con la luz del día, en oposición a los oscuros pasillos. La música, de la mano de William Walton, se convierte en un complemento de un extraño lirismo para las metáforas visuales del suicidio de Ofelia, protagonizada por Jean Simmons, quien estuvo nominada al Óscar por su interpretación.
Desde finales del siglo XIX y principios del XX, contamos afortunadamente con abundante documentación gráfica de diversas actrices y cantantes que encarnaron a Ofelia en el teatro y en la ópera como Ellen Terry, Mignon Nevada o N de Silva. Ofelia ha sido interpretada también por míticas actrices, como Carole LombardVivien Leigh, y más recientemente por Helena Bonham Carter y Kate Winslet, la primera en el Hamlet (1990) de Franco zeffirelli y la segunda en el original Hamlet (1996) de Kenneth Branagh, director y actor muy familiarizado con las obras de Shakespeare, al igual que Laurence Olivier. Incluso en el escenario podemos encontrarnos con una múltiple Ofelia, como en la Ophelia (2008) de Dustin Willis, donde cinco actrices muestran los cinco rostros del personaje. Asimismo, Ofelia puede aparecer transversalmente, como en la Justine interpretada por Kirsten Dunst en Melancholia (2011) de Lars von Trier.
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OBSERVA*PROFUNDIZA
Tres actuaciones de tres actrices que han encarnado a Ofelia en el cine (en versión original, inglés). También adjuntamos un E-BOOK que recopila los nombres más destacados del teatro y el cine que han dado voz y cuerpo a Ofelia.

Jean Simmons




Helena Bonham-Carter



Kate Winslet



E-BOOK~Interpretando a Ofelia


OFELIA EN EL CINE Full View



Ophelia among the flowers, de Odilon Redon (1902)

La muerte de Ofelia difiere de las demás producidas en la obra, pues el suicidio es considerado una ofensa para la moral cristiana y, en consecuencia, se trata de una muerte deshonrosa. No obstante, es el gran acto volitivo de la joven, condenada desde el principio a su trágico final y víctima de su entorno. Durante toda la obra de Shakespeare, Ofelia demuestra una obediencia y una lealtad sin igual, aunque, paradójicamente, al final cometa la mayor de las transgresiones. El suicidio impedía el enterramiento en suelo sagrado y la celebración de las honras fúnebres. A través del pecaminoso acto del suicidio, Ofelia termina entrando definitivamente y de lleno en el terreno de la alteridad. Es, por tres veces, la otra: la virgen, esto es, soltera, fuera de los parámetros de productividad económica; la loca, al margen de las estructuras normativas sociales; la suicida, excluida del orden sagrado cristiano. La sexualidad, la irracionalidad y el pecado son, en este orden, los tres factores de su máxima otredad que se suman al primero de todos ellos: su condición de ser mujer. Ofelia tendrá que esperar mucho tiempo para que una nueva mirada y una nueva reescritura de sí misma le otorguen una identidad más plena, gracias a quienes se apropiaron del arquetipo originario subvertiéndolo y dotándole de otros valores más allá de la construcción masculina.

LEE*OBSERVA*REFLEXIONA

Pese a la iconicidad del momento, en la obra de Shakespeare no asistimos al suicidio de Ofelia. Tenemos noticia de su muerte a través de las palabras de Gertudris y Laertes, hermano de la joven, en la escena XXIV del Acto IV. Lee dicho fragmento, observa la escena de la versión de Keneth Branagh y reflexiona acerca de la importancia de la muerte de la joven, pues es aquí donde surge El Origen del Mito.

CLAUDIO.- ¿Qué ocurre de nuevo, amada Reina?
GERTRUDIS.- Una desgracia va siempre pisando las ropas de otra; tan inmediatas caminan. Laertes tu hermana acaba de ahogarse.
LAERTES.- ¡Ahogada! ¿En dónde? ¡Cielos!
GERTRUDIS.- Donde hallaréis un sauce que crece a las orillas de ese arroyo, repitiendo en las ondas cristalinas la imagen de sus hojas pálidas. Allí se encaminó, ridículamente coronada de ranúnculos, ortigas, margaritas y luengas flores purpúreas, que entre los sencillos labradores se reconocen bajo una denominación grosera, y las modestas doncellas llaman, dedos de muerto. Llegada que fue, se quitó la guirnalda, y queriendo subir a suspenderla de los pendientes ramos; se troncha un vástago envidioso, y caen al torrente fatal, ella y todos sus adornos rústicos. Las ropas huecas y extendidas la llevaron un rato sobre las aguas, semejante a una sirena, y en tanto iba cantando pedazos de tonadas antiguas, como ignorante de su desgracia, o como criada y nacida en aquel elemento. Pero no era posible que así durarse por mucho espacio. Las vestiduras, pesadas ya con el agua que absorbían la arrebataron a la infeliz; interrumpiendo su canto dulcísimo, la muerte, llena de angustias.
LAERTES.- ¿Qué en fin se ahogó? ¡Mísero!
GERTRUDIS.- Sí, se ahogó, se ahogó.
LAERTES.- ¡Desdichada Ofelia! Demasiada agua tienes ya, por eso quisiera reprimir la de mis ojos... Bien que a pesar de todos nuestros esfuerzos, imperiosa la naturaleza sigue su costumbre, por más que el valor se avergüence. Pero, luego que este llanto se vierta, nada quedará en mí de femenil ni de cobarde... Adiós señores... Mis palabras de fuego arderían en llamas, si no las apagasen estas lágrimas imprudentes.
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Hamlet (1996), de Keneth Branagh

 



E-BOOK~El origen del mito




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INVESTIGA*OBSERVA*PROFUNDIZA

El suicidio de Ana Karenina (1935), de

 
No es Ofelia el único personaje literario suicida, aunque ella encarne la reunión de diversos tópicos filosóficos y literarios ligados a la juventud y la belleza, a la locura y a la muerte. Las penas del joven Werther (1774) de Goethe, novela epistolar prematuramente romántica, ejerció tal influencia en sus jóvenes lectores que muchos terminaron imitando al suicida protagonista. La novela llegó a ser prohibida en Italia y Dinamarca. Dos siglos después, el sociólogo David Phillips denominó a este contagio suicida el Efecto Werther. Aunque a veces se piensa que el motivo de la muerte voluntario fue exclusivamente amoroso, lo cierto es que la novela de Goethe nos muestra la imposibilidad de un joven para encontrar su lugar en la sociedad normativa, de ahí su enorme influencia en el movimiento prerromántico conocido como Sturm und Drang.
Lo cierto es que, desde la Antigüedad, no dejamos de tropezarnos con personajes que deciden acabar con su vida. Así, Yocasta, Áyax y Dido en la literatura, o Diógenes, Sócrates y Séneca en la vida real; Romeo, Julieta y Otelo, además de Ofelia, con Shakespeare; el citado Werther; las decimonónicas Ana Karenina y Madame Bovary; la Adela de La Casa de Bernarda Alba y las contemporáneas que conocerás en TRAS LOS PASOS DE OFELIA. A este fenómeno, junto a la inevitable atracción de artistas y escritores hacia el arquetipo de la joven, lo llamaremos el EFECTO OFELIA. Por otra parte, desde mediados del XIX y, especialmente, en la literatura y la pintura del Fin de Siglo, asistimos al nacimiento de un arquetipo femenino singular: la DOLCE FAR NIENTE. En plena sociedad preindustrial, la mujer queda cada vez más consignada al interior del hogar pero de una manera rotundamente ociosa. La burguesa, entonces, parece manesfar el pararelo del ennui o spleen decadentista, una languidez y un debilitamiento, casi depresivos, rayanos por supuesto en el suicidio. Una imagen más (artificial) para todas las creadas en este período.

Investiga acerca de 1)las decisiones de las mujeres en la tragedia griega y 2) el papel de la mujer en la novela decimonónica y finisecular para establecer un tríptico comparativo con Ofelia.
Recopila imágenes y textos sobre los arquetipos femeninos de finales del XIX.
Para ambas actividades, sírvete de los recursos recopilados bajo el epígrafe DOLCE FAR NIENTE.
EN BRAzOS DE LA MUERTE Full View


Ophelia, de John William Waterhouse (1889)

La locura, como ocurriera con la virginidad, se inscribe también en el espacio de la alteridad. La locura de Hamlet se nos presenta como metafísica, mientras que la de Ofelia obedece únicamente a una respuesta natural de su cuerpo. Al loco, además, considerado como un sujeto al que debe vigilarse, se le somete al aislamiento, la reclusión y el control. El loco entorpece el buen funcionamiento de las normas sociales, la ordenación moral y la estructura comunitaria. En el caso de Ofelia, nos encontramos con una mujer doblemente irracional (por ser mujer y por estar loca) y una doble alteridad. Ofelia, la mujer loca, no es sino la representación de la alienación total. Ofelia es moldeada por los hombres que la rodean, mero espejo de los deseos de otros: para su hermano Laertes es una figura casta y angelical; para su padre Polonio un objeto con el que obtener beneficios; para el rey Claudio, un pedazo de carnada; y para Hamlet, la evidencia de la fragilidad de la virtud femenina. En consecuencia, Ofelia no existe, es decir, su identidad es un recipiente que se llena y se vacía con las palabras, los gestos y las imposiciones de otros. Y así, con el padre fallecido, el hermano ausente y el rechazo de Hamlet, Ofelia enloquece para poder por fin existir.

LEE*OBSERVA*REFLEXIONA*INVESTIGA

Las escenas XII y XIII del Acto IV reproducen el estado de locura de Ofelia.
En el ámbito literario, la locura ha cobrado un importante papel.Investiga acerca de la importancia del tópico STULTIFERA NAVIS o Nave de los locos en sus manifestaciones artísticas y literarias.

OFELIA.- ¿En dónde está la hermosa Reina de Dinamarca?
GERTRUDIS.- ¿Cómo va, Ofelia?
OFELIA.- ¿Cómo al amante

que fiel te sirva,

de otro cualquiera

distinguiría?

Por las veneras

de su esclavina,

bordón, sombrero

con plumas rizas,

y su calzado

que adornan cintas.
GERTRUDIS.- ¡Oh! ¡Querida mía! Y, ¿a qué propósito viene esa canción?
OFELIA.- ¿Eso decís?.... Atended a ésta.
Muerto es ya, señora,

muerto y no está aquí.

Una tosca piedra

a sus plantas vi

y al césped del prado

su frente cubrir.
¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!
GERTRUDIS.- Sí, pero, Ofelia...
OFELIA.- Oíd, oíd.
Blancos paños le vestían...


[...]

GERTRUDIS.- ¡Desgraciada! ¿Veis esto, señor?
OFELIA.- Blancos paños te vestían
como la nieve del monte
y al sepulcro le conducen,
cubierto de bellas flores,
que en tierno llanto de amor
se humedecieron entonces.
CLAUDIO.- ¿Cómo estás, graciosa niña?
OFELIA.- Buena, Dios os lo pague... Dicen que la lechuza fue antes una doncella, hija de un panadero. ¡Ah! Sabemos lo que somos ahora; pero no lo que podemos ser. Dios vendrá a visitaros.
CLAUDIO.- Alusión a su padre.
OFELIA.- Pero no, no hablemos más en esto, y si os preguntan lo que significa decid:
De San Valentino

la fiesta es mañana:

yo, niña amorosa,

al toque del alba

iré a que me veas

desde tu ventana,

para que la suerte

dichosa me caiga.

Despierta el mancebo,

se viste de gala

y abriendo las puertas

entró la muchacha,

que viniendo virgen,

volvió desflorada.
CLAUDIO.- ¡Graciosa Ofelia!
OFELIA.- Sí, voy a acabar; sin jurarlo, os prometo que la voy a concluir.
¡Ay! ¡Mísera! ¡Cielos!

¡Torpeza villana!

¿Qué galán desprecia

ventura tan alta?

Pues todos son falsos,

le dice indignada.

Antes que en tus brazos

me mirase incauta,

de hacerme tu esposa

me diste palabra.
Y él responde entonces:
Por el sol te juro

que no lo olvidara,

si tú no te hubieras

venido a mi cama.
CLAUDIO.- ¿Cuánto ha que está así?
OFELIA.- Yo espero que todo irá bien... Debemos tener paciencia... Pero, yo no puedo menos de llorar considerando que le han dejado sobre la tierra fría... Mi hermano lo sabrá... Preciso... Y yo os doy las gracias por vuestros buenos consejos... Vamos: la carroza. Buenas noches, señoras, buenas noches. Amiguitas, buenas noches, buenas noches.
 
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En el ámbito literario, la locura ha tenido un destacado papel desde la mitología de la Antigüedad (la hybris del héroe, las Erinias,las cuatro manías) hasta la narrativa contemporánea. Investiga y reflexiona acerca de la importancia del tópico STULTIFERA NAVIS o Nave de los locos en sus manifestaciones artísticas y literarias a partir de las obras siguientes:

E-BOOK~La Nave de los Locos de Sebastián Brant
ARTÍCULO~La Nave de los Locos de El Bosco

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También el cine ha prestado atención al tema de la locura desde sus orígenes, unas veces para retratar la enfermedad desde un planteamiento más crítico, otras, en cambio, desde el esquematismo y el estereotipo. Te ofrecemos la propuesta expresionista del tema con el film de Weine. Confecciona un catálogo con las películas más destacadas que traten el tema. Puede serte de ayuda el siguiente material:

ARTÍCULO~Las imágenes de la locura en el cine como representaciones culturales


El Gabinete del Doctor Caligari (1920), de Robert Wiene

 

LOCURA ENTRE LAS FLORES Full View

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